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EE.UU.- Investigadores detectan una posible relación entre analgésicos de consumo habitual e hipertensión

Un equipo de investigadores de la Universidad de Harvard (Estados Unidos) ha detectado una posible relación entre el consumo de determinados analgésicos de consumo habitual entre la población y el aumento de la tensión arterial, según ha informado en un comunicado el laboratorio Bayer. Los resultados de la investigación apuntan a que la administración de algunos de ellos, como el paracetamol y el ibuprofeno, podría favorecer el aumento de la presión arterial, cosa que, según señala Bayer, no sucede en el caso del ácido acetilsalicílico. La investigación del equipo de Harvard se ha basado en el control de unas 80.000 mujeres de todas las edades a las que periódicamente se sometió a exámenes para comprobar la evolución de las diferentes variables de salud, entre ellas la tensión arterial.

Dos años después de iniciado su trabajo, los investigadores han hecho público en 'Archives of Internal Medicine' una de las novedades más importantes que han detectado: que el uso de determinados fármacos analgésicos, en concreto paracetamol e ibuprofeno, podría tener una relación directa con el aumento de la tensión arterial.

En concreto, el estudio revela que 1.650 mujeres entre 31 a 50 años que no habían sido diagnosticadas de hipertensión al inicio de la investigación, ahora eran hipertensas. Este resultado llevó a los investigadores a analizar los posibles causantes de esta situación. El estudio mostró que las mujeres que habían tomado paracetamol durante 22 días al mes o más tenían el doble de probabilidades de desarrollar hipertensión que las que no consumieron fármacos con este principio activo. El riesgo de padecer hipertensión aumentó un 86% en el caso de las mujeres que utilizaron fármacos cuyo principio activo es ibuprofeno.

Por otro lado se ha demostrado que el uso de paracetamol en bebés puede ser la causa de desarrollos tempranos de asma y otras complicaciones respiratorias.

Otro dato más es la conveniencia de no usar paracetamol en casos de insuficiencia hepática.  La proteína CAR, receptor de andostrano constitutivo, está implicada en regular la toxicidad hepática que provoca el paracetamol, según un estudio que define además la forma de toxicidad con el citado compuesto y que se publica hoy en "Science".

Al tomar paracetamol, el hígado produce pequeñas cantidades de un compuesto potencialmente nocivo, el NAPQI o imina N-acetil-p-benzoquinona, si bien rápidamente el mismo órgano genera otra sustancia, el glutatión, que lo neutraliza. Sin embargo, una sobredosis de paracetamol puede agotar el glutatión y provocar un fallo hepático que requiera ingreso hospitalario. El CAR es un receptor que regula la respuesta del hígado a los fármacos y a otras sustancias desconocidas. Cuando es activado, el hígado incrementa su capacidad para modificar estos compuestos y para eliminarlos del organismo. No obstante, en determinados casos este efecto protector puede resultar nocivo, por ejemplo si aumenta la producción de compuestos tóxicos como NAPQI.

Receptor clave

Con una cepa de ratones que carecían de la CAR, el equipo de David Moore, profesor de Biología Celular y Molecular de la Facultad de Medicina Baylor, en Houston (Texas), ha demostrado que el receptor era clave para la toxicidad del fármaco. "Demostramos que altas dosis de paracetamol activaban CAR y que, a su vez, ésta activaba genes que incrementaban la toxicidad. Este proceso generaba un círculo vicioso en el que el paracetamol empeoraba su propia toxicidad. En los ratones sin CAR no se producía el ciclo, y los animales eran resistentes a altas dosis de paracetamol".

(Science 2002; 298: 422-424).

Diagnóstico erróneo

Autores daneses explican en una carta que se publicará mañana en "The Lancet" que los médicos pueden llegar a diagnosticar erróneamente fallo hepático tras una intoxicación moderada con paracetamol si se basa la conclusión en las medidas de un único marcador diagnóstico. Lars Schmidt, del Hospital Universitario de Rigs, en Copenhague (Dinamarca), ha valorado de forma retrospectiva el índice de protrombina antes y durante un tratamiento con acetilcisteína, utilizada como terapia ante una intoxicación con paracetamol, en 87 pacientes con intoxicación moderada por paracetamol. El índice de protrombina se redujo en aproximadamente un tercio tras el inicio del tratamiento. Schmidt concluye que "muchos pacientes reciben tratamiento sin haber desarrollado síntomas de daño hepatocelular".

 (The Lancet 2002; 360: 1.151-1.152).



Intoxicaciones por antitérmicos

JL Conejo Menora   MT Lallana Dupláa . Servicio de Información Toxicológica. Instituto Nacional de Toxicología.

Objetivo

 Conocer la incidencia actual de las intoxicaciones producidas por fármacos antitérmicos orales en la población infantil española.

Métodos

Se han recogido y tabulado en el Servicio de Información Toxicológica todos los casos de intoxicaciones por ingesta de productos antitérmicos en niños de hasta 14 años, durante el período de tiempo comprendido entre enero de 1998 y diciembre de 2000.

Resultados

De las 13.044 intoxicaciones medicamentosas registradas en ese período de tiempo, el 11,0 % estuvieron causadas por paracetamol, el 3,0 % por ácido acetilsalicílico y el 1,5 % por ibuprofeno (p < 0,001). El riesgo de presentar una intoxicación por paracetamol fue 5,6 veces mayor que el de presentar una intoxicación por ibuprofeno (RR, 5,6; IC 95 %, 4,8-6,5). El 73,2 % de las intoxicaciones debidas a estos 3 fármacos antipiréticos se produjeron en niños de 1 a 3 años. Se consideraron graves el 9,4 % de las intoxicaciones producidas por paracetamol, el 2,0 % de las producidas por ácido acetilsalicílico y el 1,0 % de las producidas por ibuprofeno (p < 0,001). El médico de urgencia fue el que con mayor frecuencia (78,9 %) solicitó información al Servicio de Información Toxicológica, seguido del pediatra (15,4 %), otros médicos (4,7 %) y ayudante técnico sanitario (1,0 %).

Conclusiones

En la población pediátrica, las intoxicaciones medicamentosas constituyen un importante problema de salud pública, tanto por su incidencia como por los posibles daños que pueden producir. De los fármacos antipiréticos evaluados, el paracetamol es el que ocasiona mayor número de intoxicaciones. Asimismo, son más frecuentes las intoxicaciones por paracetamol consideradas más graves que las producidas por ibuprofeno o ácido acetilsalicílico. Se recomienda una serie de estrategias en prevención dirigidas a reducir la incidencia de intoxicaciones por medicamentos en la infancia.



El consumo moderado de vino ejerce efectos antitrombóticos

XXIV CONGRESO DE LA SOCIEDAD EUROPEA DE CARDIOLOGÍA

Mientras el consumo de vino tinto se reduce en los países mediterráneos frente a otras bebidas, cada vez más estudios ponen de relieve sus propiedades cardiobenéficas. Un trabajo presentado en el congreso europeo de Cardiología ha mostrado que el vino disminuye la deposición plaquetaria en la pared vascular dañada y que reduce la activación de algunas moléculas coagulantes.

Lina Badimón, del Departamento de Patología Molecular del Centro de Investigación Cardiovascular de Barcelona, ha recordado durante el XXIV Congreso de la Sociedad Europea de Cardiología, que ayer concluyó en Berlín, que la enfermedad cardiovascular es una de las principales causas de muerte en la población adulta en los países desarrollados y que el beneficio del consumo moderado de vino tinto ha sido mostrado por diferentes estudios, situación conocida como la paradoja francesa. "Hemos demostrado que una ingesta de unos 40 gramos de alcohol diarios de vino tinto en animales hiperlipémicos, lo que equivale a unos 40 ml al día de vino en adultos, reduce significativamente el riesgo trombótico frente a los animales que sólo se alimentan de una dieta correcta sin beber vino tinto".

Además, el efecto antitrombótico del vino tino también se ve reflejado en una reducción de entre el 30 y el 40 por ciento de la deposición plaquetaria en la pared vascular que se encuentra dañada moderada o severamente. De forma más específica, "hemos observado que la ingesta de vino tinto reduce la actividad de ciertas moléculas implicadas en la activación plaquetaria y también afecta a los procesos de coagulación por la reducción de la expresión de los factores tisulares, uno de los componentes más importantes del sistema de coagulación".

El trabajo presentado en Berlín, que ha contado con la colaboración del Ministerio de Agricultura español y la Fundación para la Investigación del Vino, indica que el vino tinto induce un efecto inhibidor en la activación de la trombogénesis y en el daño de la pared vascular. Así, su consumo moderado puede considerarse como un factor protector del riesgo de enfermedad cardiovascular.

Proteína C reactiva

En esta misma línea, Armin Imhof, de la Universidad de Ulm, en Alemania, ha indicado que los efectos antiinflamatorios del alcohol podrían explicar la reducción del riesgo cardiovascular. Los estudios epidemiológicos sugieren que la ingesta moderada de alcohol se asocia a una reducción de la mortalidad, cuando se compara con la abstinencia o con el consumo moderado. "Nuestro trabajo lo hemos efectuado de forma conjunta con el Centro Nacional de Investigación Neuherber, en Alemania; con el Instituto Pasteur, en Lille, Francia, y el Royal Infirmary, en Glasgow, con el objetivo de analizar la asociación entre el consumo de alcohol y las concentraciones de proteína C reactiva", ha indicado Imhof.  

La proteína C reactiva es un marcador de inflamación y se considera un predictor independiente de eventos coronarios fatales y no fatales. Se revisaron los datos de 4.461 hombres y mujeres de Alemania, 1.155 de Francia y 1.122 de Gran Bretaña. El consumo de alcohol mostró una asociación en curva desde la U hasta la J; es decir, altas concentraciones de proteína C reactiva con ninguna y alta ingesta de alcohol y bajas concentraciones con ingesta moderada. Esta relación se observó en las tres poblaciones analizadas, si bien era menos pronunciada en la de Gran Bretaña.

"Hemos observado que los no bebedores y los grandes bebedores presentan unos niveles elevados de proteína C reactiva, por lo que creemos que existe una asociación entre los marcadores de la inflamación, como la proteína C reactiva, y el riesgo de enfermedad coronaria. Esa acción antiinflamatoria del alcohol puede contribuir a la asociación entre el consumo moderado de alcohol y una menor morbi-mortalidad cardiovascular. No obstante, Imhof ha asegurado que el estudio necesita confirmarse en un mayor grupo, en el que se incluyan otras poblaciones.

 Antitrombótico

El tromboembolismo venoso es uno de los riesgos de la cirugía ortopédica. En este sentido, el fondaparinux sódico, un pentasacárido sintético, controla la coagulación de forma segura y eficaz, según ha puesto de manifiesto Graham Turpie, de la Universidad McMaster, en Hamilton, Canadá, que ha participado en un simposio sobre la duración de la profilaxis en la cirugía ortopédica, organizado por Sanofi-Synthelabo, y celebrado en el Congreso de la Sociedad Europea de Cardiología. Se trata de un inhibidor selectivo del factor Xa, cuya actividad antitrombótica es dependiente de la dosis. Dicha actividad se obtiene nada más iniciar el tratamiento y su vida media es de unas 17 horas, por lo que permite una sola administración diaria. Según los datos expuestos, la administración de fondaparinux sódico durante 11 días reduce la tasa de tromboembolismo venoso en cirugía de cadera en más de un 8,3 por ciento. Si el tratamiento se amplía a 4 semanas, la tasa se reduce más sin aumentar los efectos adversos.



 Componentes del vino podrían frenar el cáncer de próstata, según especialistas del Hospital Universitario de Getafe

Los polifenoles que contiene el vino son beneficiosos contra el cáncer de próstata, el más común entre los hombres y el segundo más mortal, según un reciente estudio de investigadores del Servicio de Urología del Hospital Universitario de Getafe de Madrid. Los científicos del Hospital Universitario de Getafe han estudiado cinco de los más de 8.000 polifenoles que tiene el vino, en concreto, la quercitina, la morina, la rutina, el ácido gálico y el ácido tánico, todos ellos de la familia de los flavonoides, según informó la Fundación de Investigación del Vino y Nutrición (FIVIN) en un comunicado.

El estudio se ha basado en la observación de una línea celular humana de cáncer de próstata, las células LNCaP, por su facilidad de detectarse en este tipo de patología. Los investigadores han hallado que al añadir polifenoles a cada cultivo, la proliferación celular in vitro se inhibe significativamente y se produce muerte celular fisiológica o apoptosis. El estudio también revela que los ácidos gálico y tánico son los que concentran más actividad antiproliferativa. Este descrubrimiento es el primer paso de la investigación cuyo siguiente objetivo será concretar el mecanismo de acción de los polifenoles. Según FIVIN, esta investigación demuestra "una vez más" las propiedades beneficiosas del consumo moderado de vino sobre el organismo, así como su papel preventivo de determinadas enfermedades.



Dos vasos diarios de vino reducen segundos infartos

Los varones de mediana edad que beben dos o más vasos de vino regularmente después de un ataque cardiaco son menos propensión a sufrir un segundo infarto u otro tipo de complicación cardiovascular en comparación con los no bebedores, según un estudio que se publica hoy en "Circulation". Basándose en los datos del Lyon Diet Heart Study, que evaluó si la dieta mediterránea puede prevenir afecciones cardiovasculares o la muerte después de un ataque cardíaco, los autores, pertenecientes a la Universidad Joseph Fourier, de Grenoble (Francia), y coordinados por Michel de Lorgeril, evaluaron a 353 hombres de entre 40 y 60 años de edad y fueron clasificando las cantidades de alcohol que bebían habitualmente.

Al cabo de un seguimiento de cuatro años se observaron 104 complicaciones cardiovasculares, como ataque cardiaco recurrente, infarto y fallo cardíaco. De estas complicaciones, 36 se dieron en hombres abstemios; 34 entre hombres que bebían menos de dos vasos diarios de vino; 18 entre los que bebían unos dos vasos de vino al día y 16 entre los que bebían entre cuatro y cinco vasos de vino al día. En conjunto, frente a los no bebedores, los hombres que bebían dos o más vasos de vino diariamente reducían su riesgo de sufrir un segundo ataque cardíaco en un 50 por ciento. La relación inversa entre el vino y el riesgo de complicaciones parece ser independiente de los predictores principales de enfermedad cardiovascular, como el tabaco, el colesterol elevado o la hipertensión, y de los factores de estilo de vida como la dieta o el ejercicio físico.

De Lorgeril advierte de que hay que ser prudentes con estas conclusiones y concretarlas en mujeres y en grupos de edades.



Extracto de hierbas puede aliviar artritis reumatoide

- Un pequeño estudio indicó que una hierba usada durante muchos años en la medicina tradicional china podría ayudar a aliviar los síntomas de la artritis reumatoide, informaron investigadores en Estados Unidos. La hierba se llama Tripterygium wilfordii Hook F (TWHF), también conocida, según la traducción del chino, como "vino del trueno de dios". Los médicos chinos usan extractos de este vino para tratar la artritis y otros trastornos del sistema inmunitario. Xuelian Tao, de los Institutos Nacionales de Salud, y sus colegas, informaron que los pacientes que tomaron cápsulas de diferentes dosis de TWHF fueron más propensos a experimentar una disminución de los síntomas de artritis reumatoide que los que tomaron cápsulas con sustancias inactivas o placebos. La artritis reumatoide es una enfermedad crónica en la que el sistema inmunitario del cuerpo ataca al tejido de revestimiento de las articulaciones. Es más frecuente en las mujeres, tiende a manifestarse entre los 36 y los 50 años, y origina una destrucción crónica y la deformidad de las articulaciones. Muchos pacientes con artritis reumatoide intentan aliviar el dolor articular y la rigidez asociada con la enfermedad con medicamentos como los antiinflamatorios no esteroideos (AINS) o con fármacos esteroideos, llamados glucocorticoides. Sin embargo, estos medicamentos llevan asociado el riesgo de efectos secundarios, incluida la osteoporosis y las afecciones gastrointestinales, como úlceras o hemorragias. En el presente estudio, publicado en una edición reciente de la revista Arthritis & Rheumatism, Tao y sus colegas compararon los efectos de un extracto de TWHF con un placebo en 35 pacientes con artritis reumatoide. Se administró a los pacientes un placebo, una dosis baja de TWHF (180 miligramos) o una dosis alta del extracto (360 miligramos) diariamente durante 20 semanas. De los pacientes originales, 14 se retiraron del estudio antes del final de las 20 semanas, citando varias razones, según los autores. De cada uno de los tres grupos se retiró un paciente debido a los efectos secundarios del tratamiento. De los pacientes que terminaron la prueba, ocho de los que recibieron la dosis alta y cuatro de los que recibieron la dosis baja experimentaron al menos un 20 por ciento de mejoría de sus síntomas. Ninguno de los pacientes a los que se administró placebo experimentaron una mejoría similar, indicaron Tao y sus colegas. Seis de los pacientes que tomaron la dosis baja de TWHF y cinco de los que tomaron la dosis alta reportaron efectos secundarios derivados del tratamiento, añadieron los autores, como alopecia, ardor en el estómago y, con más frecuencia, diarrea. Sin embargo, escribieron Tao y sus colegas, otros cuatro pacientes que tomaron el placebo también reportaron efectos secundarios similares a algunos de los observados en el grupo del tratamiento, lo que sugirió que la TWHF podría no ser la causa de muchas de las afecciones concomitantes. "Muchos de los efectos secundarios se notaron en los pacientes tratados con placebo así como en los tratados con el extracto, lo que sugiere que los efectos secundarios podrían no estar asociados específicamente con la administración del medicamento", escribieron los autores. Basados en los hallazgos, Tao y sus colegas indicaron que la TWHF podría aliviar los síntomas de la artritis reumatoide al suprimir la actividad del sistema inmunitario y reducir la inflamación. FUENTE: Arthritis & Rheumatism 2002;46:1735-1743.



Vino tinto puede reducir riesgo de cardiopatía en obesos

Aunque está bien establecido que los obesos corren mayor riesgo de cardiopatía, un nuevo informe indica que éste puede disminuirse, al menos en parte, al consumir cantidades moderadas de vino tinto. En su estudio, J. B. Dixon y sus colegas del Hospital Alfred en Melbourne, Australia, hallaron que las personas obesas que consumían cantidades moderadas de vino tinto tenían concentraciones inferiores de una proteína sanguínea llamada homocisteína. Las altas concentraciones de homocisteína han sido vinculadas a un incremento en el riesgo de enfermedad cardiovascular, así que al mantener las concentraciones de homocisteína bajo control se puede reducir este riesgo, indicó el informe. El equipo de Dixon determinó en el estudio las concentraciones sanguíneas de homocisteína en 350 hombres y mujeres obesos y los entrevisto para conocer sus hábitos de consumo de alcohol. Los hallazgos se publicaron en una edición reciente del European Journal of Clinical Nutrition. Según los investigadores, los consumidores de vino tinto tenían concentraciones sanguíneas de homocisteína un 17 por ciento más bajas que las de lo que no consumían alcohol y un 13 por ciento por debajo de las de quienes informaron beber sobre todo cerveza o bebidas fuertes. Las concentraciones de homocisteína ligeramente más bajas se observaron en personas que consumían menos de 100 gramos de vino por semana, que es casi el equivalente a seis a ocho vasos de 150 mililitros, o cinco onzas, de vino. El consumo de vino tinto leve a moderado en individuos obesos se asocia con concentraciones más bajas de homocisteína, concluyeron los autores, lo que puede reducir su riesgo cardiovascular. FUENTE: European Journal of Clinical Nutrition



Los polifenoles del vino inducen apoptosis e inhiben la proliferación celular prostática

Cinco de los más de ocho mil polifenoles que contiene el vino tinto -ácidos gálico y tánico, quercitina, morina y rutina- han demostrado actuar beneficiosamente sobre el cáncer de próstata. Estos nutrientes tienen capacidad para frenar la proliferación celular y producir muerte celular fisiológica. Los polifenoles que contiene el vino, fundamentalmente el tinto, inhiben la proliferación de las células metastásicas LNCaP e inducen apoptosis o muerte celular programada, según los datos de una investigación dirigida por Ignacio Romero, del Servicio de Urología del Hospital Universitario de Getafe, en Madrid, y que ha sido publicada en el último número del "British Journal Urology International".

Concretamente, han sido cinco los polifenoles analizados en este estudio: quercitina, morina, rutina, ácido gálico y ácido tánico, todos de la familia de los flavonoides, sustancias a las que, en numerosas ocasiones, se ha asociado con efectos protectores sobre determinados procesos neoplásicos.

La idea de experimentar con este tipo de sustancias parte de los datos de estudios dietéticos previos con vitaminas E y D, y con selenio. Otros en desarrollo se basan en los potenciales beneficios de los betacarotenoides -principales compuestos de las zanahorias- y de los licopenos -presentes en el tomate-.

Líneas celulares

En el trabajo del Hospital de Getafe se ha empleado una línea celular humana de cáncer de próstata: las células LNCaP que fueron aisladas de una metástasis supraclavicular de cáncer de próstata y que son las más empleadas en investigación, ya que son las que se observan con mayor frecuencia, casi en un 99 por ciento, en el cáncer prostático. "El objetivo ha sido analizar la proliferación celular in vitro cuando se iban añadiendo a cada cultivo uno de los polifenoles. La proliferación se inhibía significativamente con la presencia de los nutrientes, en comparación con los cultivos celulares controles".

De los polifenoles empleados -usados con distintas concentraciones- los que mayor actividad antiproliferativa tienen son los ácidos gálico y tánico, incluso empleados en dosis más bajas que la quercitina y la morina. Según Antonio Ferruelo, una de las cuestiones planteadas fue si la disminución en la inhibición de la proliferación se debía a una inducción de la apoptosis o por necrosis. "Nuestra experiencia indica que, en gran medida, es por apoptosis, aunque no se ha medido la necrosis. Además, hemos observado que los ácidos gálico y tánico producían una apoptosis mucho más significativa".

Concretar la acción

Los investigadores insisten en que el siguiente paso será concretar el mecanismo de acción de los polifenoles. Las sospechas que se derivan de los resultados de otros trabajos previos sugieren que "existe una fuerte relación con los receptores de andrógenos. De hecho, las células LNCaP son sensibles a andrógenos, pero ya hemos empezado a trabajar con células medianamente sensibles y no sensibles a andrógenos para comprobar la respuesta en función de este fenómeno", ha indicado Ferruelo. Además, existe la posibilidad de extrapolar los beneficios de estos polifenoles a los tumores mediados por receptores de estrógenos, como sería el caso del cáncer de mama, y otros de carácter endocrino. En la realización del estudio han contribuido los también urólogos A. Páez y Marcos Luján, así como Antonio Ferruelo, biólogo molecular de la Unidad de Investigación, todos del citado centro. La financiación procede de la Fundación para la Investigación en Urología y de la Fundación Urológica del Hospital de Getafe, presidida por Antonio Berenguer, jefe del Servicio de Urología del centro madrileño.

El poder de la dieta mediterránea

El cáncer de próstata aparece en Estados Unidos como la segunda causa de muerte por cáncer y es el segundo tumor más diagnosticado entre los varones de la Unión Europea, a pesar de que en las zonas mediterráneas suele apreciarse una menor incidencia en relación con otros países del Este. La dieta se configura como uno de los pilares que justifican su menor incidencia en los países mediterráneos en los que, generalmente, existe un consumo más elevado de legumbres, aceite de oliva, vino y verduras.

Según Ignacio Romero, "en otros estudios se ha observado que en países como China y Japón la incidencia es muy baja, lo que se ha relacionado con el consumo de polifenoles presentes en la soja o en el té verde. En Shangai, por ejemplo, la tasa de cáncer de próstata es de 3,6 casos por cien mil habitantes, mientras que en Estados Unidos es de 180 casos por cien mil habitantes". La teoría de la dieta, en conjunción con otros factores ambientales, recobra valor cuando se observa que los inmigrantes japoneses y chinos, por ejemplo, que habitan en Estados Unidos pueden presentar la misma incidencia de cáncer de próstata que los estadounidenses al cabo de una o dos generaciones. "La dieta mediterránea ejerce un efecto protector para los cánceres endocrinos, debido a un menor consumo de grasas animales y carne y a una mayor ingesta de nutrientes que se han mostrado beneficiosos".



Los probióticos son la mayor innovación en alimentación funcional

Desde hace unos años las industrias han dedicado muchos esfuerzos en la búsqueda de alimentos funcionales, muchos de los cuales han fracasado porque o no han cumplido las expectativas en cuanto alimento verdaderamente funcional (aportar beneficios para la salud) o porque su sabor no ha resultado atractivo a los consumidores, ha recordado Joe Mazza, de la Universidad Bristish Columbia, de Canadá, que ha participado en la jornada Alimentación funcional: Impacto en la Salud y en la Enfermedad, celebrada y organizada en Madrid por el Instituto Danone.

Sin embargo, el campo de los probióticos, que incorporan bacterias vivas, ha sido, según el experto, "una de las innovaciones más importantes". De hecho, las bebidas lácteas que incorporan determinadas bacterias han mostrado en estudios en humanos que "alivian la intolerancia a la lactosa, tienen efecto antitumorogénico, modifican el tránsito intestinal y estimulan el sistema inmune", afirmaciones que también han destacado Francisco Guarner, del Servicio de Digestivo del Hospital Valle de Hebrón, de Barcelona, y Ian Rowland, de la Universidad del Ulster, en Irlanda. El canadiense ha insistido en que estos alimentos deben resultar agradables al consumidor, ya que de lo contrario, pese a sus beneficios en la salud, no tendrán buena acogida. Ha recordado que existen alimentos funcionales "de toda la vida", como el vino tinto, el aceite de oliva y la avena.

Regulación

Mazza ha recordado la necesidad de crear un entorno regulador de los alimentos funcionales común en todo el mundo. "En Estados Unidos existen 11 definiciones sobre la relación entre nutrientes y salud, entre las que se encuentran calcio y osteoporosis; sodio y HTA; grasa y cáncer; antioxidantes y cáncer o ácido fólico y defectos del tubo neural, entre otros".

El profesor Manuel Serrano Ríos, presidente del Instituto Danone, ha reiterado que hasta que las investigaciones y los estudios epidemiológicos no demuestren las propiedades saludables de un alimento, éste no debe recibir el calificativo de funcional. En su opinión, la información que llega al público sobre ellos debería ser publicada antes en las revistas científicas.

Con todo, los especialistas han subrayado que la clave de una buena alimentación reside en la educación, gracias a la cual se consigue una dieta equilibrada, sin olvidar conjugar "placer y necesidad".



¿Vino blanco, pulmones sanos?

Beber vino, en especial el blanco, puede ayudar a mantener la salud de los pulmones, según un equipo de científicos estadounidenses. Los investigadores, de la Universidad de Búfalo, consideran que el vino puede contener determinados nutrientes que ayudan a mantener en buen estado los tejidos pulmonares. En el caso (de los pulmones) la relación es más estrecha con el vino blanco.  El estudio se llevó a cabo en Nueva York con 1.555 personas escogidas al azar, a quienes se les hizo pruebas de los pulmones y se les pidió información sobre su consumo de alcohol.

"El consumo moderado de vino tinto ha demostrado ser beneficioso para el corazón. En el caso (de los pulmones), la relación es más estrecha con el vino blanco", dijo uno de los investigadores, el doctor Holger Schunemann.

Schunemann explicó que es muy probable que el vino blanco contenga moléculas antioxidantes cuya función es detener la creación de otras moléculas dañinas, llamadas radicales libres, que afectan negativamente a los tejidos de los pulmones.

Cautela

John Harvey, de la Sociedad Torácica Británica, dijo: "El vínculo entre el vino y las funciones pulmonares no está claro y necesitamos que se investigue más sobre este ámbito nuevo e interesante ". Muchos estudios han mostrado que beber alcohol en exceso puede incrementar el riesgo de contraer varias enfermedades, incluidas algunas del hígado, el corazón y la presión sanguínea.

Indice

1. EE.UU.- Investigadores detectan una posible relación entre analgésicos de consumo habitual e hipertensión
2. Intoxicaciones por antitérmicos
3. El consumo moderado de vino ejerce efectos antitrombóticos. Relacción Proteina C reactiva
4. Componentes del vino podrían frenar el cáncer de próstata, según especialistas del Hospital Universitario de Getafe
5. Dos vasos diarios de vino reducen segundos infartos
6. Extracto de hierbas puede aliviar artritis reumatoide
7. Vino tinto puede reducir riesgo de cardiopatía en obesos
8. Los polifenoles del vino inducen apoptosis e inhiben la proliferación celular prostática
9. Los probióticos son la mayor innovación en alimentación funcional
10. ¿Vino blanco, pulmones sanos?